Su color es importante a la hora de vestir un plato y, en el caso de las pastas, más todavía. De la gama de tonalidades posibles, el negro (spaghettti, ravioles, lasagnas, etc) distingue en la mesa gourmet. Le da a los preparados un tenue y especial sabor, por ejemplo al arroz, cuando se usa tinta para cocer calamares, preparar salsas, hacer papel de harina de trigo o maíz con sabor a mar y otras deliciosas innovaciones.